Hoy, esas unidades productivas no logran competir con el cultivo de la oleaginosa, con su denso paquete de agrotóxicos biocidas asociados.

Desde inicios de este año, Patricia Sartori, madre de dos niñas y procedentes junto a su familia del vecino departamento de Colonia, ha asumido la tarea de denunciar las incesantes fumigaciones sobre predios linderos al que vive, encontrando escasa respuesta en los mecanismos estatales como la Dirección de Servicios Agrícolas del Ministerio de Agricultura, y el centro asistencial de salud pública.

Charlas informativas en escuelas rurales de la zona, le han deparado algunas reacciones dispares. Entre la protección al capital que brinda "fuentes de empleo en la zona" hasta la preocupación aguda por la exposición de poblaciones rurales a fuertes biocidas con escasos controles, deterioro de los cauces de agua dulce, las reacciones de los docentes son diversas, aunque los padres manifiestan alerta ante cada paso del pulverizador.

Radio Mundo Real, como parte de la Red de Ecología Social, Redes - Amigos de la Tierra Uruguay se dirigió hasta las inmediaciones de la ciudad de San José de Mayo y registró el testimonio de Patricia, que se suma al de cada vez más comunidades rurales afectadas por el uso creciente de agrotóxicos.

Patricia también ha registrado diversas incursiones de fumigadores en predios cercanos a su casa en diversas oportunidades, donde puede observarse la acción del viento, el abandono de envases de agrotóxicos en las proximidades de las cañadas y corrientes de agua, entre otros factores.

Vea el testimonio de Patricia Sartori en el siguiente video producido por Radio Mundo Real.