El Frente Nacional de Resistencia Popular, movimiento que surge para combatir el golpe, organizó movilizaciones en la capital Tegucigalpa y en distintos departamentos. “La valoración que hacemos es que el pueblo salió a las calles, que sigue rechazando el golpe de Estado, y mucho más ahora, pasados cinco años, que estamos sufriendo las consecuencias negativas del golpe, con más pobreza, más miseria, violación sistemática de los derechos humanos”, comenzó expresando el dirigente del FNRP y ex candidato a vicepresidente por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) Juan Barahona a Radio Mundo Real.

Barahona siguió con las consecuencias económicas del golpe: “Tenemos más profundización de las medidas neoliberales: hoy se están privatizando, vendiendo y concesionando todas las empresas y los recursos naturales del Estado. Y han llegado al extremo de vender nuestra soberanía con las llamadas ’ciudades modelo’ o ’zonas de desarrollo’ como le llaman, vendiendo directamente partes de nuestro territorio.”

Otro de los problemas denunciados por la resistencia hondureña es el nivel de desempleo. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el país ocupa el octavo lugar en la región en nivel de desempleo, llegando a casi un 6%. Con respecto a la clase trabajadora, Barahona denuncia la persecución sindical sistemática que se vive en el país: “El derecho al fuero sindical que tienen los directivos de los sindicatos se viola permanentemente. Las patronales están solicitando los procesos sumariales en los juzgados para suspender a los dirigentes”.

La persecución es también política: “trabajadores que han sido militantes de la resistencia o del Partido Libre han sido despedidos y perseguidos”. “Los sindicatos están siendo golpeados, el sector campesino asesinado, y el sector magisterial que es un sector fuerte dentro de la resistencia, tiene sus dirigentes también despedidos o prohibida su participación al frente de las organizaciones. La situación del gremio en Honduras es totalmente adversa”, concluye Barahona.

“Tenemos una sociedad militarizada, pero los crímenes sólo aumentan”

Abogacía, comunicación social y defensa de los derechos humanos en general, se han convertido en tareas sumamente peligrosas en Honduras. Según cuenta Juan: “Eran gremios que antes del golpe no tenían ningún problema, pero hoy como se han identificado con la resistencia, con la lucha social y con la transformación de Honduras, están siendo perseguidos, amenazados y asesinados.”

El Estado gobernado por el Partido Nacional (actor principal en el derrocamiento de Zelaya) está contratando cada vez más policías militares, poniendo las fuerzas armadas en las calles, “pero contradictoriamente la criminalidad no baja, al contrario han subido los crímenes. Aquí los jóvenes y las mujeres a diario son asesinadas”, dice Juan Barahona al hablar de la importancia creciente que el Estado le da a las fuerzas represivas.

La entrevista completa con Juan Barahona se puede escuchar en el archivo adjunto