Danilo Urrea comenzó explicitando que la explotación de bienes comunes y patrimonios naturales (denominación que prefirió utilizar a recursos naturales) tiene estrecha relación con la profundización de un modelo de desarrollo a través del neoliberalismo. Las herramientas de las que se sirve el modelo para avanzar sobre estos bienes comunes son principalmente, según expresó el militante: “la militarización en los territorios y la construcción de leyes de despojo, es decir, la facilitación por parte del Estado de marcos legales que permiten despojar a las comunidades que históricamente lo han habitado, para favorecer la explotación”.

Como una de las causas que dan lugar a estas herramientas, Urrea denunció una nueva modalidad de política, la cooperación como forma de protección de inversiones: “hoy no se coopera en América Latina para generar el supuesto desarrollo, sino que se coopera para proteger inversiones en acuerdos bien concretos”. Esto implica, según el militante colombiano que “las empresas de los países que cooperan, tienen la posibilidad de participar en el negocio de explotación para el cual cooperan”.

Pero Urrea quiso resaltar los procesos de resistencias que vienen surgiendo a estos mecanismos, que han evolucionado a lo que llamó de “defensas integrales del territorio”. Esto significa según explicó que ya no se conciben de forma separada “la protección del agua, de la protección de bosques (...) Se entiende el territorio como un todo orgánico”.

En términos de prácticas políticas resaltó como herramienta de defensa a las consultas populares, y cómo las comunidades se vienen auto organizando para, a través de herramientas “legales y legítimas” decidir qué es lo quieren y lo que no para sus territorios.

El sobreconsumo europeo

Por su parte, la integrante del Programa de Recursos y Consumo de Amigos de la Tierra Europa, Ariadna Rodrigo, enfocó su exposición en los altos niveles de consumo en el continente europeo. Luego de compartir el dato de que 20 países (de lo cuales la mayoría pertenecen a Europa), consumen el 75% de los recursos naturales en el mundo, señaló la necesidad de tener en cuenta las huellas de consumo material: “tenemos que medir no sólo nuestro consumo del objeto final, sino desde que se extraen los recursos, con todos los residuos que se generan, pasando por su fabricación hasta que se consume”.

Cuatro categorías definió como principales para llevar a cabo esta medición: la huella material, la de agua, la de tierra y la de emisión de CO2. Con respecto a la primera de las huellas ejemplificó: “para extraer una tonelada de aluminio, necesitamos extraer cinco toneladas de bauxita”. Para el caso del agua explicó que una hoja de papel blanco “tiene una huella de agua de 10 litros”.

El concepto de “huella de tierra” según afirmó Ariadna es más reciente: “Todo lo que consumimos tiene su huella de tierra, sea alimentos o bienes materiales. (...) Europa es el continente que importa más tierra a partir de su consumo”. El consumo por fin también “produce” emisiones de carbono, y de la misma forma se diferencia fuertemente entre países y continentes, señaló la activista en referencia a la categoría de “huella de carbono”.

Asista al video de esta mesa completa realizado por AT España.