La red ecologista, con presencia en cerca de 80 países, está difundiendo una ciberacción de apoyo a la demanda de liberación de Shebanov, y que pide la investigación de las denuncias de abusos policiales en Dnipropetrovsk y la derogación de nuevas legislaciones ucranianas que criminalizan las protestas sociales y que tienen graves consecuencias contra los derechos humanos, civiles y políticos.

Shebanov y otras dos personas fueron elegidas para negociar en nombre de los manifestantes sus reclamos con el vicepresidente del Gobierno Regional de Dnipropetrovsk, Anatoliy Krupsky. Sin embargo, el domingo unas 5000 personas se manifestaron en el parque de la ciudad y marcharon hacia la sede del Gobierno Regional. Shebanov fue arrestado y condenado esa misma noche a dos meses de detención previa al juicio.

Además de ser integrante de Amigos de la Tierra Ucrania, Shebanov es un conocido activista de Dnipropetrovsk, presidente de una asociación deportiva y ex funcionario del consejo regional de Dnipropetrovsk.

Los manifestantes reclamaban el domingo la derogación de nuevas leyes antidemocráticas. Según explica ATI, el 16 de enero el gobierno ucraniano adoptó algunas normativas que criminalizan las actividades políticas, civiles y sociales. La federación ecologista, que reclama que esas leyes queden sin efecto de forma urgente, manifiesta su preocupación por algunos puntos especiales de las nuevas normas: prohíben las asambleas públicas, criminalizan la colaboración internacional, categorizan a las organizaciones no gubernamentales (ONG) como “agentes extranjeros”, establecen restricciones sobre la distribución de información y regulaciones represivas sobre las actividades de las ONG en general.

“Lejos de ser una amenaza para la sociedad, estas actividades ayudan a desarrollar la vida de la comunidad, construir la paz y proteger el libre y franco intercambio de ideas”, dice ATI en una nota publicada en su página web (http://www.foei.org/).

“Condenamos la reciente violencia abominable en Ucrania y llamamos a todas las partes a presionar a ese país para que termine la violencia, permita investigaciones sobre las denuncias de abuso policial y revoque sus nuevas leyes antidemocráticas”, fustiga la red ecologista.

ATI manifiesta su preocupación por el potencial impacto de las nuevas normativas en todas las actividades pacíficas de Amigos de la Tierra Ucrania (Зелений світ). Explica que esa organización es muy activa tanto en el nivel internacional como en el regional, en el marco de Amigos de la Tierra Europa. “La cooperación internacional de Amigos de la Tierra Ucrania es parte vital de su trabajo para generar conciencia ambiental en el país y contribuir a las soluciones regionales e internacionales a problemas ambientales compartidos”. “Colocar obstáculos legales en el camino de las ONG, como Amigos de la Tierra Ucrania, en el nombre de la seguridad, es una afrenta deshonesta a la idea misma de la solidaridad internacional –la piedra angular de la arquitectura de una comunidad global pacífica”, explica ATI.

En esa misma línea, la federación ecologista argumenta que los temas ambientales, por su naturaleza, no respetan fronteras nacionales, y por lo tanto el trabajo ecologista involucra necesariamente a la cooperación internacional. Las nuevas normativas del gobierno ucraniano “sólo pueden dañar la cooperación internacional a través de la miopía, de medidas nacionales reaccionarias”. Además, siempre según ATI, se asfixiarán los medios por Internet y los convencionales, los discursos académicos, se alentará la xenofobia y la actividad de la sociedad civil en todas sus formas quedará sujeta al escrutinio de las autoridades públicas.

“Pedimos que la comunidad internacional trabaje rápidamente para presionar a Ucrania a fin de que termine con la violencia, permita las investigaciones de los abusos documentados de la policía hasta la fecha y revoque las legislaciones antidemocráticas, con el uso de todos los canales diplomáticos disponibles”, cierra ATI su nota de prensa.