En el marco de la reunión del Programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo de Amigos de la Tierra Internacional y el Seminario Internacional de Justicia Económica llevados a cabo en el africano país de Mozambique, la Asociación se hizo presente para compartir su trabajo comunitario y pedir la solidaridad internacional frente a la entrada de la empresa Vale.

En diálogo con Danilo Urrea, corresponsal de Radio Mundo Real, Rui de Vasconcelos Caetano expresó que la situación relacionada con los derechos humanos en Mozambique es completamente dramática producto de la persecución por parte del sistema, “actualmente los activistas de los derechos humanos en Mozambique son perseguidos, son amenazados y son encarcelados por hacer este trabajo, son encarcelados por estar al lado de las comunidades y movilizar para que conozcan sus derechos fundamentales”.

Para el defensor de derechos humanos esta grave situación se da en complicidad con las autoridades y el gobierno que fue elegido por el propio pueblo. El inicio de la persecución y las violaciones a los derechos humanos se han agudizado principalmente en la provincia de Tete, con la llegada de las grandes empresas mineras. La presión sobre la tierra de las comunidades ha derivado en el desplazamiento de los pobladores hacia tierras improductivas. En el contexto de expropiación de tierras la Asociación de Apoyo y Asistencia Jurídica para las Comunidades apareció con el objetivo de ayudar a la gente a exigir sus derechos y desde esa perspectiva “hay una necesidad de las empresas de preparar al gobierno para poder reprimir a estas organizaciones que ayudan a las comunidades a posicionarse en este contexto de expropiación. Nosotros apoyamos a las comunidades para resistir a esta expropiación y despojo” señaló el activista.

La asociación ha desarrollado sus estrategias comunitarias desde dos perspectivas principales: educación y movilización. Señalan que son conscientes que el conocimiento genera conflicto y cuando alguien conoce que tiene derechos lucha por ellos; la movilización comunitaria hace frente a la situación buscando que no se acaten las ordenes del gobierno y las empresas, es una movilización para la desobediencia. A pesar de todo tipo de amenazas, de intimidación y muertes que este trabajo ha generado para los defensores de derechos humanos y que son realizadas para desmotivar a los activistas, se ha privilegiado la denuncia y las redes internacionales para que el mundo conozca lo que pasa en el país, pues internamente la información está completamente controlada.

En términos concretos, frente a las grandes empresas mineras y particularmente la corporación Vale que se ha territorializado en Mozambique, Rui de Vasconcelos Caetano señaló que “el ADN de la Vale es violar el derecho de las comunidades, tiene esta especialidad y esta forma de trabajar, violar los derechos económicos económicos, sociales y culturales de las propias comunidades; sabemos que este es un comportamiento que no es solamente protagonizado en Mozambique, es protagonizado también en otras partes del mundo, de ahí que nosotros hayamos creado esta alianza de afectados por Vale, en solidaridad con otros países donde la empresa se encuentra, para globalizar nuestra lucha”.

Finalmente, respecto a las jornadas de trabajo llevadas a cabo en estos primeros días del mes de octubre, el activista destacó que “la lucha no es solo de Mozambique, es una lucha de todo el mundo y existe un sentido de solidaridad de todos los países que están amenazados por este sistema capitalista […] también existe la concepción de hacer una lucha común y fortificarnos en nuestra filas para poder vencer un enemigo común”. “Yo sentí en este encuentro que tenemos espacio para luchar y no podemos demorarnos más tiempo, tenemos que salir de las palabras hacia la práctica” sentenció Rui de Vasconcelos Caetano.