La diseminación de gases tóxicos y de residuos sólidos y líquidos que penetran la tierra hasta llegar a las aguas subterráneas, y la alarmante cantidad de casos de enfermedades respiratorias y cánceres, preocupan a ecologistas, investigadores y sindicalistas, entre otros actores locales y nacionales.

La misión de Amigos de la Tierra Internacional (ATI) que se hace por estos días en Palestina, en Cisjordania, visitó hoy el Sindicato General de las Industrias Alimentarias y Agrícolas. Allí los integrantes del Comité Ejecutivo de ATI de varios países, y de la Secretaría de la federación ecologista ubicada en Amsterdam, Holanda, conversaron con el principal referente del Sindicato, Mohammed Blede.

La primera planta estaba dedicada a la producción de gases, la segunda a filtros para la agricultura y la tercera al reciclaje de plásticos. Esa tercera industria finalmente fue cerrada. El complejo Geshuri, que tiene ahora siete plantas, de 1970 a 1983 fue derribado y construido de nuevo dos veces, porque la autoridad israelí no permitía que estuviera en su territorio por el nivel de contaminación. Por eso el gobierno de ese país tomó el camino más corto: la tercera vez el complejo industrial fue construido en territorio palestino y no tiene que cumplir con los estándares israelíes, aunque las industrias sean de ese estado.

Los trabajadores de esas plantas, mediante huelgas generales, han logrado salarios dignos. Entre las cosas que no tienen como derechos laborales están los chequeos médicos, denuncia el dirigente Mohammed Blede. Faltan investigaciones serias sobre la gran cantidad de casos de enfermedades en general y especialmente de cáncer en la zona, agregó, porque sobrepasa largamente las cifras de incidencia de esa enfermedad en particular en otras ciudades. No obstante, en esa área hay otras localidades además de Tulkarem con gran número de casos de cáncer.

Las plantas construidas después de las tres primeras se dedican a la producción de fertilizantes, pesticidas, pinturas, entre otras cosas. Si el viento sopla desde el oeste y la contaminación va hacia el lado palestino las plantas trabajan. Pero si viene desde el este las industrias cierran para que los israelíes no tengan que pasar por la penuria de respirar el aire imposible que hoy confirmamos y que los palestinos de Tulkarem y áreas aledañas sufren todos los días. De todas maneras, el viento desde el este es extremadamente excepcional.

A continuación presentamos un nuevo reporte sobre el tema de nuestro enviado especial a Palestina.