Tal es el caso de la comunidad de Sardinal de Carrillo la cual libra, desde 2007, una lucha por la defensa del recurso hídrico para consumo humano, frente a las intenciones de los desarrolladores del Acueducto Coco-Ocotal financiado por el Banco de Costa Rica. El acueducto se proyectaba como fuente de agua para emprendimientos hoteleros en las costas cercanas, agua que sería usada para llenar canchas de golf y piscinas. Ante esto la comunidad de Sardinal se lanzó a las calles en 2008 y se enfrentó a la policía anti-motines logrando parar las construcciones.

Ya para 2009 la Sala Constitucional anuló la viabilidad del proyecto otorgada por la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), ordenando al Servicio Nacional de Aguas Subterráneas (SENARA) realizar el estudio del acuífero y sugirió al Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) dar información y participación a la comunidad de Sardinal.

En 2010 la SETENA anula la viabilidad ambiental siguiendo las recomendaciones de la Sala Constitucional y en 2011 una investigación del AyA reveló innumerables ilegalidades cometidas en el proceso de construcción del acueducto de Sardinal. Además, el mismo estudio señala al ex-presidente ejecutivo del AyA, Ricardo Sancho, como principal responsable de estas irregularidades.

Pese a todo este panorama jurídico, en 2013 la Municipalidad de Carrillo no ha dado la orden de demolición del acueducto, cuestión que mantiene bajo gran preocupación a vecinos y vecinas de Sardinal. Esta inacción municipal provoca nuevos intentos por sacar el agua del ilegal acueducto para llevarla a la costa. Como ejemplo de estos problemas encontramos el caso que se dio entre julio y septiembre de este año cuando maquinaria y trabajadores entraron al acueducto por la noche y sin ningún tipo de permiso a tratar de conectar una nueva tubería de 5 pulgadas, acompañados por funcionarios del AyA. Según lo denunció Eunice Contreras Contreras del Comité Pro-defensa y conservación del Agua de Sardinal, esto detonó en nuevas acciones de la comunidad.

“Nuestra mayor preocupación es que pese a que la Sala Constitucional mandó a demoler el acueducto ilegal, esta acción no se ha llevado a cabo y por el contrario a cada momento hay intentos por conectar este acueducto a las tuberías que se dirigen a Playas del Coco. Estuvimos más de dos meses cuidando que no se metieran a conectar este acueducto a unas nuevas tuberías que llevarían agua a más de 14 locales comerciales y 8 apartamentos los cuales no cuentan con los permisos de construcción” apuntó Contreras.

De julio a septiembre la comunidad organizada mantuvo una vigilia en el acueducto con el fin de parar la instalación de esta nueva tubería. “Nos dimos cuenta que había gente trabajando en la conexión a altas horas de la madrugada. Por esto más de 30 personas estuvimos acampando en el lugar de las obras para impedir que se conectara esta tubería ilegal”.

Demandada por defender el agua

Según comentan los miembros del Comité Pro-defensa y Conservación del Agua de Sardinal, Carlos Leiba Milano, ingeniero del Banco Nacional, fue el que dio la orden de meter la tubería durante las horas de la madrugada ya que no tenia permisos para su instalación. Este mismo funcionario presentó una denuncia ante los Tribunales de Justicia de Santa Cruz acusando de “facinerosos y delincuentes” a los vecinos y vecinas de Sardinal y señala como responsable de supuestos daños a Eunice Contreras Contreras.

Acusan a esta líder comunal de quemar y quebrar las tuberías por un monto de trescientos mil colones (aproximadamente 600 dólares), a lo cual los pobladores señalan que es una mentira, ya que durante todo momento durante los 2 meses y medio en los cuales se llevó a cabo el campamento se contó con presencia policial, quienes custodiaban la infraestructura.

La demandada señala que esto es parte de la criminalización a la lucha que la comunidad de Sardinal, la cual continua en defensa del agua y en contra del desarrollo turístico descontrolado. Pese a las presiones de los desarrolladores hoteleros aliados con la municipalidad y las instituciones púbicas el Comité Pro-defensa y Conservación del Agua de Sardinal anuncia que seguirá, como en años atrás, defendiendo su derecho al agua potable. “La lucha no termina debido a que la ambición de las empresas transnacionales quiere el agua, ya que con el agua podrían seguir construyendo. Pero ya sabemos que esto no es desarrollo porque contamina las playas, el agua y no ofrece el trabajo que prometen. Nosotros no estamos en contra del desarrollo estamos en contra de los malos desarrollos” puntualizó la activista.