“Israel sabe que no habrán implicancias, que Estados Unidos la respaldará en ONU, que si el Consejo de Seguridad toma una resolución en su contra el veto estadounidense es un hecho”, agregó el docente de la que se considera la principal casa de estudios terciarios de Cisjordania y también activista por los derechos humanos.

Nidal fue entrevistado por la activista brasileña Maureen Santos especialmente para Radio Mundo Real, en una actividad en que coincidieron la semana pasada en Costa Rica, luego que el 14 de mayo las fuerzas de ocupación israelíes asesinaran a más de 60 manifestantes en la Franja de Gaza, cerca de la frontera con Israel. Al otro día los palestinos recordaron el 70 aniversario de la “Nakba”, la “catástrofe” de 1948, que fue cuando Israel fundó su estado y los expulsó de sus propias tierras.

Los manifestantes se movilizaban por su derecho como refugiados palestinos a retornar a sus tierras y porque ese mismo lunes Estados Unidos abría su embajada en Israel en Jerusalén (antes estaba en Tel Aviv), a pesar de que Palestina reclama a Jerusalén Oriental como su capital. De hecho, la acción estadounidense contravino los acuerdos internacionales por una “solución de dos Estados”, con la capital de Palestina en Jerusalén Oriental.

Nidal contó que luego de la brutal matanza del lunes, donde resultaron heridas además cerca de 3000 personas más, se vive un clima de desesperación, desesperanza y bronca entre los palestinos, que encuentra un eco similar en el sector político de ese país.

Estados Unidos fue en el pasado uno de los promotores de las negociaciones de paz entre Israel y Palestina. No obstante, la movida del ahora mandatario estadounidense Donald Trump dejó a las autoridades palestinas sin otra opción que rechazar la intermediación estadounidense de ahora en más, según Nidal, porque claramente la potencia norteamericana no es imparcial.

El docente palestino calificó la situación humanitaria en Gaza como “horrenda” y “dramática”, y se lamentó de que la comunidad internacional no ha sido capaz de modificarla. “Vivir en Gaza se está tornando imposible porque es la mayor cárcel al aire libre del mundo, las personas han sido atrapadas allí por muchos años. Hay que tener en cuenta que se trata de una población de refugiados, que se fue a Gaza luego de las dos grandes guerras con Israel en 1948 y 1967. Hablamos de una población entonces ya marginalizada y brutalizada”. Además, los refugiados de Gaza han sufrido ya durante unos diez años numerosos ataques militares masivos de Israel que han afectado su vida gravemente.

Nidal fue consultado acerca de la situación socio ambiental de Gaza. Al respecto el activista manifestó que han habido numerosos reportes internacionales que aseguran que en un futuro cercano no se podrá prácticamente vivir en Gaza. “Hablamos de que el abastecimiento de agua para casi dos millones de personas está contaminado casi en su totalidad, se trata de la privación a la población local del derecho al agua; y además la eliminación inadecuada de aguas residuales y otros contaminantes.Y esto es el resultado directo del embargo para que no entren determinados productos a la Franja de Gaza”, lo que hace que la vida en esa zona densamente poblada sea cada vez más difícil.

El docente de la Universidad de Birzeit agregó que Gaza está rodeada de zonas militarizadas, con grave riesgo para las personas de ser asesinadas si cruzan determinadas áreas, inclusive los pescadores que dependen de esa actividad para vivir, e implicancias para la actividad agrícola, el medio ambiente y otros aspectos socio económicos.

A pesar de la ineficiencia de la comunidad internacional para que Israel respete los derechos humanos y los acuerdos internacionales a favor de Palestina, Nidal consideró que es fundamental la movilización y el respaldo en diversas partes del mundo a la causa palestina. “Creo que es muy importante para nosotros como palestinos ver diferentes sociedades en diferentes países movilizándose para que haya un cambio en Palestina. Seguimos con esperanzas de que los mecanismos de Naciones Unidas nos den un cambio real en algún momento”, dijo el activista. “Es importante que la comunidad internacional presione a Israel para que paso a paso se termine esta cultura de la impunidad de la que ese país ha disfrutado en los territorios palestinos ocupados”, ya pasados 70 años de la “catástrofe”, agregó.