Atilio Borón es un politólogo argentino, Doctor en Sociología, investigador del CONICET y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Estuvo presente en Montevideo (Uruguay) el jueves 17 de mayo participando del Encuentro Internacional “¿Del progresismo a la derecha neoliberal? Los riesgos para la democracia en el Cono Sur”, organizado por el Servicio Paz y Justicia de Uruguay.

Tras su conferencia, entrevistado por Radio Mundo Real, Borón analizó las elecciones presidenciales en Venezuela y en Colombia, la situación en Argentina de cara a un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la situación en Brasil.

“El gobierno de (Mauricio) Macri llegó de casualidad, más bien por errores propios del kirchnerismo, que por mérito propio”, dijo sobre el Presidente de su país.

Borón manifestó un “moderado optimismo” porque los gobiernos de Macri y el de Michel Temer en Brasil están “debilitados” lo que “permitiría rearmar el panorama hacia la construcción de un frente amplio progresista -al estilo uruguayo- en Argentina” y sostuvo que el Partido de los Trabajadores (PT) “gana seguro” en Brasil si contruye una fórmula de alianzas con otros sectores de izquierda.

“La democracia en el mundo está muy gravemente enferma”, dijo durante su conferencia, brindada en la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República. Señaló que el déficit en las democracias está vinculado al “peso que tiene el dinero en los gobiernos y en los partidos políticos”, especialmente por las “dependencias a los créditos”, lo que ha producido “plutocracias” (gobiernos del dinero) en vez de democracias -por ejemplo, en Estados Unidos-: “Aquel que tiene más dinero gana, como ocurre con la presidencia de Donald Trump.

“Las democracias son gobiernos del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, dijo Borón parafraseando a Abraham Lincoln. “Lo que hoy tenemos son gobiernos de los mercados, por los mercados y para los mercados, por la gran contrarrevolución neoliberal que azotó a la gran mayoría de los países tras la desintegración, de la Unión Soviética, que hizo que se acabara el poco equilibrio que había hasta el momento”, añadió.

El politólogo hizo especial hincapié en la necesidad de democratizar los medios de comunicación y de conformar “un gran partido político, que aglutine los sectores progresistas y los sintetice en un proyecto”.

Criticó que los gobiernos progresistas en la región “creyeron que estimulando el consumo iban a lograr la homogeneización de la sociedad, pero el consumo crea un clase media conservadora” y no ataca los factores que perpetúan la desigualdad. Para revertir esto remarcó que “es necesaria una educación política extendida, en vez de creer en la magia del consumo”. Y concluyó: “Los sectores conservadores no tienen piedad con reformas progresistas, por más moderadas que sean. Las campañas de respuestas van a ser feroces, ya lo vemos. Por eso es necesario contar con la democratización de los medios de comunicación; si hay una sola fuente de información no se puede hablar de democracia seriamente, si no hay pluralidad de fuentes estamos jugando con las palabras”.