Ante una multitud de trabajadores y luchadores de movimientos de 23 países de las Américas, Pancha Rodríguez comenzó el acto de apertura del Encuentro de Montevideo de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo. Recordó al cantautor uruguayo Daniel Viglietti, quien falleció el 30 de octubre, y mencionó que nos dejó la tarea de "desalambrar no solamente nuestros territorios" sino también los cercos del capital y el imperialismo. Pancha expresó que este encuentro es la antesala de la movilización que se hará durante la reunión de la Organización Mundial del Comercio en Buenos Aires a comienzos de diciembre, y alentó a luchar todos juntos contra el patriarcado.

Como anfitrión del encuentro, Abdala saludó la enorme concurrencia y no dudó al afirmar que el capitalismo atraviesa una enorme crisis, y eso explica la despiadada manera en que ataca pueblos y democracias, para obtener más recursos.

En particular, dijo que Estados Unidos ya no está solo como antes, y que el crecimiento económico de países como China han reforzado su arremetida contra los pueblos, y su vieja intención de ir "por lo que tradicionalmente fue concebido en la doctrina Monroe -y lo digo entre comillas- como ’el patio trasero’ del imperialismo norteamericano". Enumeró, uno a uno, los combates que atraviesan los pueblos latinoamericanos.

Tras mencionar a Brasil, Abdala cedió la palabra a Wagner Freitas, presidente de la Central Única de Trabajadores de Brasil, que contó acerca de la situación que vive el país tras el golpe de Michel Temer, que provocó la destitución de la presidenta electa, Dilma Rousseff.

Wagner presentó un video que envió el ex presidente brasileño, Luiz Inácio "Lula" da Silva para el Encuentro de Montevideo. En él, el ex mandatario expresó que los gobiernos progresistas latinoamericanos pudieron no haber hecho todo lo que era necesario, pero destacó el avance de la integración latinoamericana y la construcción de una voz soberana, que provocó el enojo de los grandes capitales trasnacionales.

Abdala retomó la palabra tras la oratoria de Lula, mencionó la reforma laboral en Brasil, y la intención de los empresarios de imitarla, para disminuir los derechos conquistados por los trabajadores. En cuanto a la agenda nacional, Abdala repudió la queja presentada por los empleadores ante la Organización Internacional del Trabajo, atacando la negociación colectiva. Al gobierno le pidió que para la próxima Rendición de Cuentas -que planifica cada presupuesto anual- abra las discusiones "con tiempo", no como ocurrió este año, cuando el Poder Ejecutivo envió el proyecto al Parlamento antes de que venciera el plazo, cerrando así el diálogo con los trabajadores. Le pidió al gobierno que garantice la inversión necesaria en salud, educación, cuidados e infraestructura, y que las empresas estatales puedan cumplir con su rol inversor.